Héroes y villanos

15/02/2014 19:20

No puedo comenzar este blog sin hacer referencia a la fusión de la identidad, la principal línea de investigación del equipo de investigación en el que tengo el honor de trabajar. La fusión de la identidad es  un desarrollo reciente que trata de explicar las relaciones entre el individuo y el grupo y su influencia sobre el comportamiento extremo. Veamos dos ejemplos que permiten ilustrar este proceso.

En 1942, el avance japonés en el Pacífico se detiene tras perder varias batallas. Para tratar de revertir su inferioridad en la guerra que venían librando contra Estados Unidos, los Cuerpos de Ataque Aéreo organizaron una unidad especial, que daría nacimiento a lo que se conoce comúnmente como kamikazes. Aunque no se conocen las cifras exactas, se supone que este grupo especial de ataque suicida consiguió hundir entre 34 hasta y 57 barcos en menos de un año. Se estima que murieron cerca de 2500 pilotos suicidas.

Sesenta y seis años después, un gran terremoto de magnitud 9 sacudió la región oriental de Japón y provocó un devastador tsunami que arrasó todo a su paso. Como consecuencia, se declaró un estado de emergencia en la  central nuclear de Fukushima por la falla de los sistemas de refrigeración de uno de los reactores. Tras la catástrofe, de los 800 trabajadores que normalmente trabajaban en la central se pasó a 50. Pero, pasados unos días, esta cifra se incrementó hasta llegar a los 180, gracias a la ayuda de los voluntarios, principalmente personas jubiladas. Aunque en los primeros momentos se desconocía el nivel de radiación al que estaban expuestos, todos ellos decidieron arriesgar su vida por el bien de sus conciudadanos.

Estos dos hechos, aparentemente tan dispares, comparten un mismo fin, proteger al propio grupo, y una misma estrategia, el auto-sacrificio. La diferencia reside en que, en el contexto de la guerra, la protección del propio grupo pasa por la derrota del grupo contrario, mientras que, en el segundo caso, no hay ningún enemigo que supuestamente amenace el bienestar colectivo.

A estas dos situaciones podría subyacer el proceso psicológico de la fusión de la identidad, que predispone a ciertas personas a realizar comportamientos extremos por el grupo. La fusión de la identidad es un sentimiento visceral de unión con el grupo y sus miembros. Las personas que están fusionadas con su grupo no perciben una diferenciación clara entre su identidad personal y su identidad social. Para ellas, el grupo y ellos mismos son una misma cosa. Además, presentan un sentimiento de invulnerabilidad y fuerza recíproca que, en último término, les lleva a asumir riesgos importantes por el bien del grupo. En diversos estudios, se ha encontrado que las personas fusionadas con el grupo están más dispuestas que las no fusionadas a luchar y a morir por el grupo, sin importarles el coste personal. 

La mayoría de la gente considera que salvar a otros del peligro es una acción noble e incluso heroica. Sin embargo, cuando llega el momento de tomar decisiones para salvar otras vidas, muchos se resisten a implicarse personalmente si el precio de la ayuda es alto. Esta es la conclusión de una línea de investigación basada en dilemas morales conocida como “el problema del tren” y propuesta originalmente por filósofos como Foot y Thomson. Los problemas más populares dentro de esta línea son el dilema de la palanca y el dilema del puente. En ambos dilemas, se presenta al participante una situación en la que tiene que elegir entre varias alternativas. En el dilema de la palanca se les dice que un tren se aproxima rápidamente por una vía en la que trabajan cinco obreros que no oyen aproximarse al tren. Si el tren continúa su curso, estas personas morirán. El participante puede salvar a estas cinco personas si, tirando de una palanca, desvía la trayectoria del tren hacia otra vía en la que trabaja solamente una persona que morirá. La mayoría de la gente dice que sí tiraría  de la palanca para salvar la vida de cinco personas al coste de una.

En el dilema del puente, se dice al participante que imagine estar en un puente, encima de esa vía en la que trabajan cinco personas junto con un hombre de dimensiones notables. La única posibilidad de que el tren frene antes de llegar a donde se encuentran esas cinco personas es que el participante empuje a la persona que se encuentra a su lado hacia la vía. De este modo, el tren atropellará a esta persona, pero frenará antes de llegar donde se encuentran las otras cinco. La mayoría de la gente dice que no tiraría a la persona que se encuentra a su lado a la vía, a pesar de que el resultado es el mismo que en el dilema anterior: se salvan cinco personas al precio de la vida de una. La conclusión es que la gente desea salvar vidas, pero no cuando la situación requiere empujar a otra persona para que muera.

La investigación previa no ha explorado si la pertenencia grupal de los individuos implicados en el dilema afecta a las respuestas. Por ejemplo, podríamos preguntarnos si la gente está más dispuesta a asumir costes personales para salvar la vida de miembros de su grupo que para salvar la vida de miembros de otros grupos. Para responder a esta pregunta, varios investigadores de la UNED, de la Universidad de Texas y de la Universidad de Yale llevaron a cabo cuatro estudios, cuya hipótesis era que las personas fusionadas estarían más dispuestas a sacrificar su vida por miembros de su grupo (españoles) que las no fusionadas. 

Los resultados confirmaron que los participantes no fusionados respondieron de manera similar a como lo hace la mayoría de las personas en el dilema del tren: pocos de ellos eligieron el auto-sacrificio para salvar la vida de otros miembros del grupo. Por el contrario, la mayoría de las personas fusionadas optaron por sacrificar su vida y saltar a la vía para salvar a cinco miembros de su grupo. 

Puedes encontrar el artículo completo aquí: 

https://www.uned.es/472074/papers/Swannetal.psscience(2010).pdf

En las próximas entradas del Blog seguiremos hablando de este proceso.

 

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Alexandra Vázquez Departamento de Psicología Social y de las Organizaciones
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